“Ah… ya sé cuál es el problema… estoy en números rojos porque no tengo dinero…
Necesito VENDER MÁS.
Si entrara más dinero en mi empresa, no estaría arruinado”.
¿¿¿Bien???
no es así, no.
Parece una solución “simple” en teoría…
En la práctica, funciona así:
Tu empresa es un Barco.
El dinero es aire.
Los compromisos financieros de su empresa son las aguas de un Océano.
Algunos barcos son de vela, otros tienen motor…
Algunas son de madera, otras de fibra de vidrio…
Pero todos tienen algo en común: INDISPENSABLEMENTE necesitan que toda su estructura flotante esté llena de AIRE.
Ahora, imagina que tu barco tiene un agujero…
Puede ser pequeño (como una falta de control del flujo de efectivo, un precio que no calculó correctamente, un interés que pagó porque se atrasó en el pago de una factura…)
No importa lo pequeño que sea… el agua entrará allí…
Esto significa que su barco (su empresa) empezará a sentir el peso del agua del océano (sus compromisos financieros).
Y un día u otro… tu barco estará tan lleno de agua que… ya sabes lo que pasa.
No tiene sentido poner más aire dentro de tu barco cuando tienes un agujero en el casco…
De nada sirve “hacer lo mejor que puedas y esperar que todo salga bien” TODO EL OCÉANO intentará pasar por ese agujero y la mayor probabilidad es que se haga más grande…
O arreglas el agujero de la manera correcta…
O su empresa se hundirá.
Pero si todavía quieres insistir en que el problema es simplemente tener más dinero, déjame decirte algo…
Según un artículo publicado por la revista norteamericana Sports Illustrated en 2009, el 78% de los jugadores de la LIGA AMERICANA de FÚTBOL quiebran a los 2 años de retirarse…
Y el 60% de los jugadores de la NBA quiebran a los cinco años de retirarse.
Se trata de deportistas que estuvieron unos años acumulando millones…
Y tendrían todas las condiciones del mundo para vivir el resto de sus vidas con los ingresos de sus ganancias…
Lo único que tuvieron que hacer es reparar el casco = SABER ADMINISTRAR TU DINERO.
La regla se aplica tanto a personas físicas como jurídicas.
No es un aumento de salario lo que te hará rico (por grande que sea)…
No son los grandes ingresos los que salvarán a su empresa…
No es un bono de carrera de un millón de dólares lo que garantiza un retiro dorado para los grandes jugadores…
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